En la actualidad los materiales más utilizados para los tragaluces de edificios son el poliéster, policarbonato, y metacrilato.
La combinación de placa plana de policarbonato celular con montante metálico curvo autoportante, da lugar a un sistema autoportante, con la posibilidad de alcanzar grandes luces sin necesidad de complementar con estructura auxiliar el hueco del tragaluz.
En cuanto al color puede haber en general dos tipos muy extendidos:
La necesidad de crear tragaluces en los edificios, por motivos de ahorro energético, crecimiento de plantas, etc, lleva a instalar en los cerramientos de los edificios, tragaluces, con materiales traslucidos.
Un material es traslucido cuando dicho cuerpo deja pasar la luz pero no deja ver nítidamente los objetos a través de su masa.
La necesidad de iluminar con luz natural el interior de los edificios, y el desarrollo de tragaluces, fue durante siglos campo en exclusiva del vidrio, ya sea en su versión tintada, o transparente, pero con el tiempo las construcciones prefabricadas de rápido montaje se fueron imponiendo por su versatilidad, practicidad, y bajo precio con la aparición de nuevos materiales traslucidos, consiguiendo hacer cualquier proyecto mucho más económico y barato en su conjunto al reducir los costes de mano de obra.
La forma del traslucido fue condicionándose por la resistencia mecánica que requería este en función de su aplicación, ya que en cubierta es necesario vencer una carga portante, dándole forma grecada para aumentar la inercia a través de nervaduras, y en fachada formas planas al no soportar la carga portante perpendicularmente a la placa.